Il trittico, cuando canta el destino
Aunque sabe los límites de su clausura, los deseos de Suor Angelica son expresados vivamente y con profunda pena en la admirable y luminosa voz de María Belén Rivarola. Su congoja, revelada en Senza mamma, es transmitida con precisión en emotivas y sutiles notas que hacen eclosión después de la plegaria. Leer más…